Aunque parezca difícil de creerlo, muchas de las principales consultas de comportamiento en felinos que reciben los veterinarios tienen un factor común: el estrés.
La posibilidad de que tu gato esté estresado parece remota cuando los vemos comiendo, durmiendo y jugando todo el día; pero es más común de lo que uno de imagina. Solo debes estar atento a los siguientes síntomas:
Son muchos síntomas a los cuales hay que estar muy atentos. Si te das cuenta, la mayoría se trata de comportamientos o situaciones bastante normales en nuestros gatos; pero si aumentan en intensidad o frecuencia sabremos que algo malo está pasando.
Una vez sepamos que nuestro gato se encuentra en estrés lo importante es actuar rápido en buscar la causa y solucionarla, debido a que el estrés es muy dañino y puede cronificarse. Esto quiere decir que, si no actuamos rápido, puede que tu gato continúe manifestando los síntomas de estrés incluso cuando ya se haya solucionado la situación por la cual se originó.
Lleva siempre a tu gato al veterinario cuando observes alguno de estos comportamientos. Si él descarta problemas a nivel físico, tendrás que darte un trabajo de detective para dar cuenta de qué ha cambiado: puede que se trate de que un nuevo gato haya llegado o salido del barrio, que haya habido un cambio en tu estructura familiar o que simplemente hayas cambiado de marca de alimento, arena o se haya perdido alguno de sus juguetes.
Si todo esto queda descartado debes tener en cuenta que tu gato probablemente solía estar acostumbrado a una rutina en la cual pasaba gran parte del día solo, y la pandemia lo ha desafiado a compartir esos momentos contigo. Esto puede hacer que se sienta estresado o inquieto.
Cualquiera sea el caso, te recomiendo asegurarle a tu gato un espacio seguro y cómodo dentro de casa, tal vez una habitación o sección del hogar que esté llena de sus cosas favoritas, su olor y en la cual tenga libertad para estar solo y desaparecer unos momentos cuando se sienta demasiado estresado. Intenta que además haya muebles o encimeras altas en las cuales se pueda subir, eso le dará tranquilidad y le conferirá una sensación de control y seguridad.
Puede ser de mucha ayuda establecer una rutina de comida, agua y juegos que le aporte mayor estructura al día, además de mantener en óptimas condiciones su salud física y mental. Asimismo, esa regularidad favorecerá regulación hormonal de tu gato, ayudando a sanarlo de adentro hacia afuera.
Mantén su caja de arena limpia y ubica nuevos areneros y rascadores en los lugares que tu gato suela marcar. Asimismo, estudia sus hábitos e intenta darle cuantos momentos de relajación quiera a lo largo del día. Comprende sus tiempos y sé paciente. Los gatos demoran bastante en adaptarse a cualquier cambio, por lo cual el saber que tienen un espacio seguro les dará la confianza que necesitan para ir transitando su proceso de adaptación. Mantente disponible y lentamente tu gato se irá calmando y se acercará a ti nuevamente.
Por último, te recomendamos el uso de agentes relajantes como el catnip, feromonas, flores de bach o tranquilizantes como nuestra mezcla de óleos calmantes ORÍGENES disponible en KARU AUKA.
NOTA: Si crees que tu gato se estresa porque se siente solo la respuesta es NO. No traigas un nuevo gato a casa, ya que eso podría empeorar muchísimo la situación. Espera a resolver el estrés y su causa antes de agregar un nuevo factor de cambio al hogar.